En los repasos que hemos hecho del trabajo de Mike Dowson nos ha quedado bastante claro que no se trata de un fotógrafo del todo convencional. Su inclinación a usar en sus imágenes modelos que no lo son en realidad, y su pasmosa capacidad para encontrar auténticas diosas entre la población civil y convencerlas de exhibir sus tesoros anatómicos son solo parte de su personalidad como artista. Otra es el uso de patrones: fotos tomadas a mujeres diferentes en las mismas posturas, bajo la misma iluminación, en el mismo lugar o, como es el caso de esta obsesión suya con un vestido azul, con la misma ropa.
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