Como preámbulo previo a un polvo de gran intensidad, un masaje erótico es siempre un arma infalible, ya sea por parte de la mujer al hombre o viceversa. Esta última modalidad es incluso más eficaz, puesto que, por lo general, la excitación de los hombres es más visual, mientras que el tacto y los tocamientos son para las mujeres estímulos que les llevan a la máxima excitación, por encima del aspecto visual. Así pues, el hombre se recrea la vista mientras recorre con sus manos el cuerpo escultural de una mujer, y esta, paulatinamente, se va encendiendo hasta que “pide a gritos” que la penetre. Este tipo de masajes se ven en el porno con mucha frecuencia, pero cuando la actriz masajeada y follada es una hembra como Tru Kait, el encuentro sexual cobra una dimensión superior. El vídeo no está disponible finalmente y nos hemos visto obligados a reemplazarlo por otros contenidos de Tru Kait.
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