Rara es la vez en que un blowbang (la versión estrictamente oral del gangbang; una mamada múltiple y simultánea) no borra durante algunos segundos la sonrisa, la expresión libidinosa o la «cara de porno» habitual de una pornstar, sobre todo si es de esos que acaban en un intenso asedio líquido en forma de bukkake; hasta a la más curtida le sobrepasa la situación en algún momento. Hoy Mia Li, una de las revelaciones asiáticas de los últimos tiempos, viene a demostrar que es una excepción en el campo del escrúpulo: en su reciente blowbang para Wet Food #7 de Evil Angel dejó que la lluvia seminal le arrancara hasta las pestañas postizas sin perder ni un momento la compostura.
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