Con una trayectoria todavía breve en escenas pero no tanto en tiempo trabajando en la industria, la esbelta Alexa Grace ha ido demostrando a su propio ritmo cierta voluntad de crecer en la profesión. No tiene unas tetas o un culo que la eleven automáticamente a la categoría de candidata al estrellato ni posee el halo mágico de otras sílfides como Tori Black y Stoya, pero el hecho de que esta rubia de 20 años haya decidido convertirse en asidua del interracial en los últimos seis meses da fe de que le ha cogido el gusto a los rabos negros. Y el plato de hoy tiene algo especial, puesto que es la polla afroamericana más temida: Mandingo.
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