Normalmente cuando publicamos una mamada amateur siempre hay algún hecho diferencial de los otros cientos de miles de felaciones caseras que corretean libres y felices a lo largo y ancho de internet. A veces es una habilidad en concreto (el uso de la lengua, el ritmo, la succión, la profundidad…) o factores externos (lugares públicos, por ejemplo), pero la de hoy no a en esa dirección. La joven que veréis a continuación está fogueándose en el arte de comerse un rabo, y aunque no es la mejor chupada que vais a ver, desde luego apunta maneras si sigue practicando. Buen uso de los labios, buenas cervicales y mucha voluntad. Falta mejorar esa mirada.

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