Su procedencia, su rostro pecaminoso y hasta su apellido artístico ya nos avisan de que estamos ante una actriz porno con pocos reparos a la hora de someterse a las prácticas sexuales más exigentes de este negocio. Nos referimos a la checa Maddy Black, una morena de 170 centímetros de lujuria desatada con fuertes inclinaciones por la sodomía y por las dobles perforaciones, preferiblemente por parte de amantes de piel oscura, como podéis ver en un primer documento bajo la firma europea de Private.
Por suerte para Maddy, para ejercer su profesión y saciar su apetito sexual exacerbado, no necesita salir de su país natal, y los laboratorios rectales de Pornbox son como una segunda residencia repleta de vergas erectas para ella.
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