Desde que se tiñó el pelo de oscuro, Mackenzee Pierce parece menos zorra, menos clásico putón de la baja California, y más una mujer feroz, decidida y confiada. Pero para qué nos vamos a engañar: lo cortés no quita lo valiente y este mujerón de Arizona con unas medidas contundentes es tan fiera y agresiva como cerda cuando se trata de mover la pelvis ante una cámara. En su último trabajo para Brazzers lo deja claro: la tipa se ensarta entre Erik Everhard y Jordan Ash con una facilidad inapelable, como clavarse por sendos orificios la herramienta de estos dos veteranos fuese algo cotidiano en su vida. Aunque bien pensado, quizá lo es.
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