Jayne Doh, una mulata californiana de 31 años, no tiene pelos en la lengua (ni en el coño). En una entrevista con Captain Jack dejó claro que le encanta el sexo y vive para él (gracias a él, añadimos nosotros). Con una carrera que empezó en el BDSM y el ball busting, Jayne ahora está dispuesta a conquistar la industria mainstream. ¿Su filosofía? “Me pagan por follar con los mejores, y eso es literalmente mi sueño”. Jayne confiesa que siempre ha sido una chica sexualmente voraz, tanto que pensaba que todos eran igual de calientes. También dice esta sapiosexual (sí, parece que le pone inteligencia) que adora que le toquen el culo, aunque de momento no hace anal en cámara. Pero hay que estar atentos, porque se está entrenando con una máquina thruster para convertirse en una nueva reina del anal.
Entre sus fantasías más sucias está follar en un bar normal, con gente mirando y jalándose. Y si hablamos de su vida personal, Jayne no tiene límites; desde tríos con amigos hasta encuentros íntimos con la niñera de un amigo en la cama de su abuela. “Ella me comió el coño con un cubito de hielo… ¡inolvidable!”, recuerda con nostalgia. Jayne no discrimina, le da igual la edad, el tamaño o el género. Si tienes una polla decente y eres buena gente, ella está lista para la fornicación. Y sí, traga. Casi siempre. “Es un reflejo”, dice riendo. Algo que, sin duda, suma puntos para el amigo VivaLaPorneta, al que se le echa de menos por estos lares.

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