Desde un tiempo el paradigma pornográfico ha ido adaptándose al nuevo mercado y eso implica el ofrecer nuevos talentos y productos. Todos conocemos y tenemos o tuvimos una relación de admiración/odio con Johnny Sins, un actor caucásico, alto, con un cuerpo tallado y con destellos de alta calidad en su trabajo. Hace un lustro si uno pensaba en actor porno pensaba en Johnny o en un sujeto parecido, por ejemplo, James Deen, Manuel Ferrara o Ramon Nomar. Estos colegas si bien no encajan completamente en el modelo del calvo más famoso tampoco se alejan demasiado de él.
Sin embargo, alguien le dio un giro de 180° a la formula teen la cual empezó a aplicarse a hombres. Atrás quedaron los altos, pinta de treintañeros y musculosos para darle paso al nuevo modelo planteado por Jordi ENP. Ahora el actor es más joven y aparenta ser un adolescente de unos dieciséis años adoptando con ello una actitud de hormonas a flor de piel, pero al mismo tiempo inexperto, su tamaño y contextura física también son menores, algo que se explota en mayor medida colocándole frente actrices de tamaño y proporciones considerables. El nuevo modelo resultó un éxito rotundo y nuevos prospectos salieron a la luz como Juan el caballo loco (un nombre horrible si me lo preguntan) Ricky Spanish y Lil D. Por ahora me quiero centrar en este último de quien Pinjed, hace dos años, ya le veía un futuro prometedor y es que, como se supo remarcar, este muchacho posee dos características de auge en la industria: es afro y parece adolescente.
Lil D ha crecido en la industria de manera más humilde que el favorito Jordi; no obstante, si vemos los puntajes de popularidad en Brazzers o Bangbros el moreno goza de una aprobación mayor al 80 por ciento. El oriundo de Harlem puede presumir en su curriculum que trabajó con todo tipo de actrices e incluso que cuenta con un canal en Pornhub con el que realiza colaboraciones con otras creadoras de contenido. Les comparto dos trabajos para productoras junto a MILFs y dos videos para Pornhub. Con respecto a estos últimos uno es junto a Valerie Kay con quien el joven ha repetido sesiones ¿Habrá un feeling ahí? El otro video es con Val Steele en donde podemos ver el tipo de porno que le gusta realizar a Lil D, una escena relajada mientras ambos miran a cámara y fuman cannabis, también hay momentos en los que, para mi gusto, se corta el hilo de la filmación puesto que el morocho hace primerísimos primeros planos de su cara mientras hace gestos de asombro. Se puede llamar espontaneidad pura o mal gusto, pero sin duda está pisando fuerte.
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