Uno de los perfiles del porno que más nos gusta es la clásica starlet rusa: la Clásica, con mayúsculas; ese tipo de mujer de mirada gélida, gestos distantes y cierto halo de distinción que a la que suele acompañar el físico de una bailarina del ballet de Moscú, esbelta como un maniquí, grácil como un cisne y bonita como una muñeca de porcelana. Os traigo un ejemplo reciente y muy representativo: Lilu Moon, una rusa del mismísimo San Petersburgo, que ha empezado en el porno hace solo unos meses y que, ojo al detalle, tiene 34 añazos.
Os la presentamos en uno de sus primeros trabajos para Jacquie et Michel, y si os hace tilín ampliamos un día de estos.
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