Si bien aquí apreciamos de buen grado la nueva ola de pornstars pequeñitas y esbeltas, como apreciamos cualquier cambio en las tendencias del porno que aporten algo un poco distinto y fresco, pero esto no significa que la delgadez sea una de las condiciones que alabamos. Lilly Ford es el más alegre ejemplo de que si eres pornstar y mides 1,50, no hace falta que peses 35 kilos: su sonrisa, su desparpajo y su belleza juvenil vienen acompañadas de un cuerpo la mar de bonito, de los que tienen forma de pera, y un tren inferior que es puro disfrute. Hace unos días pasó por primera vez por Hard X y Ramon Nomar dio buena cuenta de ello.
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