Solo la hemos visto una vez en manos de un actor negro, y fue prácticamente en sus inicios: aquel día el genio del porno Greg Lansky tuvo un desliz extraño y decidió colocarle una peluca rubia que destruía gran parte de la magia que exuda Riley Nixon con su apariencia poco convencional. Fue una decisión un poco absurda, como fichar a Messi y colocarlo de lateral: lo haría bien pero estaría desaprovechado lo mejor.
En Dogfart por suerte han tenido un poco más de sentido común y su primer encontronazo en Blacks on Blondes con esa leyenda viva que es Lexington Steele ha llegado sin pelo postizo: con ese caparazón adorable bien a la vista.
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