Perdonad si esta semana la proporción de escenas lésbicas ha robado espacio al resto de contenido, pero hay cosas en la vida contra las que no se puede luchar, y la de hoy es una de ellas: un choque entre dos auténticas diosas de físico despampanante y tremendo talento para el porno que, por avatares de la vida, nunca se había cruzado delante de una cámara. Ha vuelto a ser Girlsway, ese santuario sáfico fundado y dirigido por una lesbiana de tomo y lomo como Bree Mills, la productora que las ha unido en santo polvo pornográfico. Os hablo, efectivamente, de Lena Paul y Kendra Lust, dos mujeres a las que aquí tenemos especial admiración y que, a juzgar por la escena, se tenían bastantes ganas.

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