No es muy habitual que una Suicide Girl acabe en el porno. No es muy habitual que además sea porno más bien extremo. Y tampoco es habitual que una starlet guapa se rape la cabeza y esté aún más guapa cuanto más radical es su look. Y menos habitual es aún que en Tushy acepten a una pornstar con el cuerpo plagado de tatuajes. Pero lo cierto es que Leigh Raven no es la pornstar habitual, no es ni siquiera la persona habitual, y ese parece ser el objetivo que pretende perseguir en su vida y en su carrera profesional: huir de la normalidad.
Y como la personalidad exacerbada nos parece una cualidad muy destacable en una actriz porno, hemos decidido seguir con atención los pasos en la industria de la amiga Leigh. Y la conclusión más inmediata que podemos sacar es que, desde su estreno anal en Tushy a finales del pasado año, parece que le ha cogido el gusto a la práctica. Pongámonos al día con otras dos de sus escenas anales hasta hoy a la espera de la siguiente, que sale en unas semanas y que por supuesto os ofreceremos.
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