La pornostar italiana Laura Perego es la enésima felactriz que se apunta a la moda del activismo que inauguró hace unas décadas su compatriota Cicciolina y que siguió Sunny Leone en una sonada acción que consistía en afeitarse el coño como protesta a la presidencia del presidente Bush, entre otras. Perego llegó a la embajada afgana ataviada con el burka impuesto por el régimen talibán y que obligaba a toda mujer cubrirse de pies a cabeza. La actriz fue desnudándose hasta quedar en tanga y con un cartel en el que podía leerse “ahora ya pueden lapidarme”. La protesta según la propia actriz era para expresar su rechazo a la nueva ley de inspiración del ex régimen Talibán que, entre otras cosas, permite la violación dentro del matrimonio.
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