En la década anterior a la que nos ocupa el porno estaba explotando gracias al auge de internet, el comercio electrónico y los nuevos formatos de compresión de vídeo, pero para que alguna productora lograse la hazaña de unir en un mismo rodaje a una superestrella americana y una superestrella europea tenían que alinearse tantas circunstancias favorables que en muchos casos fue misión imposible.
Hoy vamos a hablar de uno de esos choques improbables que a industria consiguió organizar: en 2007 la ya difunta productora y distribuidora Swank logró juntas frente a la cámara a los dos pares de pechos más deseados del planeta porno, Gianna Michaels por un lado y la increíble checa Laura Lion por otro, en un trío en el que a un tal Joe Monti ni se le veía ni sabía por dónde le veían los tetazos. Fue una ocasión única y nunca más repetida, hasta el punto de que Swank llegó a reutilizar el mismo metraje en hasta siete películas. Si las estrellas fugaces fuese escenas porno, esta sería especialmente brillante.
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