Hay veces que uno no sabe qué destacar del cuerpo de una modelo erótica, ocasiones en que ninguno de los rasgos es el que le ha hecho a uno decidirse a hablar de ella pero en cambio el conjunto de todos los factores es el que finalmente seduce, erotiza y convence. Es el caso de Lara Maiser, una absoluta preciosidad rusa que quizá algunos no les vuelva locos por su delgadez (en una de las dos galerías se le marcan bastante las costillas, y tengo entendido que eso es un problema para algunos) pero que tiene una presencia magnética y seductora como pocas: es muy, muy guapa, tiene curvas a pesar de ser esbelta y además tiene la elegancia de una bailarina clásica.
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