Un suceso que tomó a muchos por sorpresa y que hubiera podido ser una gran noticia para uno de los peores años para el porno, el esperado estreno anal de Esperanza Gómez que hubiera convertido a la Playboy colombiana en una heroína sin capa, terminó siendo una vil decepción. Tan tardía promesa no era más que un «mamarracho» clip que duraba poco más de diez minutos y que carecía de producción, como si todo hubiera sido armado el mismo día en que tomó la decisión de dar a sus fans lo que por tanto tiempo habían querido y subirlo a Pornhub sin más cuidado, y si hay una lección dura en esta vida es que el éxito no se improvisa. Luego vendrían otro par de clips igual de malos.
Sin embargo, aunque las primeras impresiones son importantes, hay algo de redención para la parcerita, pues en su última entrega logra dar un mejor espectáculo junto a Keiran Lee, con quien también comparte una de sus mejores escenas en sus años más mozos.
Es difícil entender porque decidió tomar el paso a estas alturas del juego, y es que si la rica morena se conserva tan bien como Kendra Lust, el tiempo es un enemigo implacable y hablo por muchos cuando digo que esta escena fuera hasta diez veces mejor si hubiera salido años atrás, cuando tenía ese cuerpazo de revista que hacía fantasear con ser un jefe de cartel y sodomizarla.
Puede ser que nunca haya logrado negociar una oferta que la dejara satisfecha, que se haya tratado de un capricho para tener una ilusión de empoderamiento, que la barrera del lenguaje haya sido un obstáculo que no la dejó progresar o que, como a un pez grande en un estanque pequeño, le fuera mal cuando le tocó probar el mar. Solo el tiempo dirá si esta vez logra ser fichada por los grandes de la industria al valor que ella pone a su cabeza o mejor dicho en este caso a su culo.
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