Con un cuerpo serrano de lo más macizo y un sobrenombre que lo dice todo, The Fuck Machine —al igual que un relato de Bukowski—, Avery Jane tiene un bagaje asombroso, digamos que en el lado más tórrido y pecaminoso del sueño americano. Bailarina gogó de los 18 a los 25 años, habitual en círculos de BDSM y siempre formando parte de la subcultura o contracultura de la ciudad de Loa Ángeles durante sus años de juventud más alocados. Después se convirtió en creadora de contenido para adultos a tiempo completo. Ya sea posando desnuda, teniendo sexo a través de la webcam, bailando en clubes de striptease o llevando a acabo shows de sexo en vivo en eventos privados. Vaya, el culo más “pelao” que el mítico Luis Aragonés. Si embargo, ella lo dice de un modo más profundo: “Mi amor por la conexión sexual humana y mi espíritu de exploración sexual se manifiestan en mi contenido”. También son profundas las dobles penetraciones que le propinan en Brazzers en su última escena para unos estudios profesionales.
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