La verdad es que a un actor porno, asiduo en la productora Brazzers como Ricky Johnson, no le va nada mal en lo que hemos denominado como su picadero particular (Ricky’s Room), donde las visitas de hembras imponentes se suceden. De hecho, suelen ser encuentros que, si bien no cuentan con los recursos técnicos de las grandes productoras, la intensidad de los mismos siempre es asombrosa. Una buena prueba de ello es la bacanal sexual a cuatro bandas que protagonizaron el anfitrión, el español Máximo García y dos morenazas que acabaron sudorosas, encendidas y con tres kilos menos de tanto movimiento de pelvis mientras cabalgaban con vehemencia sobre los falos erectos de los dos fornidos actores porno. Nos referimos a Martina Smeraldi y Sara Retali, casi nada.
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