El gran Fogardo ya nos habló de este ilustrador japonés en La foto del día, enseñándonos una serie completa en la que una mujer asfixiaba con el culo a un hombre atado. La serie cubría el mismo evento desde distintos ángulos y posturas, lo cual ya da una idea del nivel de obsesión por el facesitting que sufre (¡o disfruta!) Namio Harukawa. Hoy vamos a dar un repaso más diverso a su obra, una nueva comprobación de que para este buen hombre el verdadero hogar es el tren inferior de una mujer voluptuosa.

Comentarios