Es obscena hasta tal punto que ha realizado prácticas en pantalla que a más de uno le levantaría el estómago. Y es que nadie se la imaginaba fuera del porno en plena efervescencia sexual, por eso sorprendió a propios y extraños cuando anunció su retiro, pero lo cierto es que no nos creímos de la misa la mitad, como se suele decir coloquialmente. La cabra siempre tira al monte y Gia es la más cabronas de todas. En este escena de Tushy Raw aparece, a las primeras de cambio, con su propio puño metido en el culo mientras le chupa la pija a su amante. Ese es el carácter de esta musa de la “indecencia”; no conoce el decoro ni falta que le hace. Así es como sigue alimentando su leyenda, ligada irremediablemente a eso culo épico que atesora y que se lo come todo.
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