Un subgénero como el porno se asemeja a veces a la ciencia ficción, puesto que algunas tramas son tan inverosímiles que no se pueden concebir en la vida cotidiana. Pero ya sabéis que en el porno todo vale, y en ocasiones todo es tan idílico que deberíamos tomar nota para adaptar muchas cuestiones a la vida real para que resulte más gratificante. Valga como ejemplo este artefacto de la sucursal Mylf, cuya trama trata sobre un hijastro que ni estudia ni trabaja, ya que se pasa todo el santo día en el sofá. Su espectacular madrastra (Lolly Dames) está indignada con la actitud del muchacho, pero en lugar de tomar una decisión que resulte negativa para esta criatura apegada a la vagancia, decide entregarle el ojete para que se lo penetre sin contemplaciones. Tocátelos.
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