Tenemos la impresión de que si la uruguaya Katrina Moreno se hubiera implicado más en el oficio del fornicio filmado, podría haber ascendido más alto, dada su madera de actriz y su espléndida apariencia física, pero el porno es solo una actividad más de esta polifacética mujer, y su compromiso es limitado a la hora de copular ante las cámaras, puesto que, por lo general, ha sido reticente a ceder el trasero durante su ya larga carrera. De cualquier modo, esta dulce y curvilínea uruguaya sigue embelesando a la audiencia cuando procede a despelotarse y a bajarse al pilón, como en este documento reciente cortesía de la factoría mexicana Sexmex, donde acepta llevar a cabo un favor sexual en el despacho de un incipiente adinerado.

Comentarios