Dentro de unas semanas se cumplirá una década del debut de Krissy Lynn, una starlet curtida en mil batallas que siempre se ha posicionado en la segunda fila de la industria, de esas que no se llevan nunca los premios (recibió una nominación en los AVN 2011, precisamente a la pornstar más infravalorada, y no llegó a ganarlo) pero trabajan incluso más y mejor que las ricas y famosas. Además la amiga Krissy tiene otra virtud añadida: estaba buenísima con 23 años, pero es que con 33 está aún mejor y ha realizado una transición suave a MILF que está llevando a cabo con una suficiencia insólita. Hoy la tenemos en una de sus últimas colaboraciones con Kink, concretamente en Bound Gangbangs, donde recibe un correctivo con la misma pasión que siempre.
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