Keiran Lee está muy enfadado. Su mujer, la imponente pelirroja Karlie Montana, lleva tiempo poniéndole los cuernos y zumbándose a todo lo que se mueve sin que él lo sepa, hasta hace poco. El tipo aguanta el mosqueo con esa flema británica suya y urde un plan malévolo: llevarse a su esposa a cenar a casa del tipo con quien le engañó, Voodoo, y su esposa, la todavía más despampanante Madison Ivy. Juntos ya los cuatro, y tras unos prolegómenos llenos de tensión (sexual y de la otra), Keiran pasa a la ofensiva y destapa su plan: «mi esposa es una zorra y vosotros dos vais a ayudarme a darle una lección».
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