Aunque debutó en 2014, no ha sido hasta 2017 que Julie Kay pareció ponerse más en serio con este asunto del porno profesional y rodó en pocos meses más material que en los tres años anteriores juntos. Este 2018 ha empezado con la misma intensidad, y sin haber entrado todavía en el último cuarto ya acumula más escenas rodadas que en 2017, si año más prolífico. Los números hablan bastante claro: Julie está cada vez más solicitada por las productoras, y empiezan a ser las compañías más populares y generalistas quienes están llamando a su puerta con mayor insistencia. Con ese físico natural y extraordinario y esas trenzas africanas que ya nadie en el porno exhibe, esta muchacha de 23 años tiene personalidad de sobras como para ocupar una plaza privilegiada en la industria. Escenas como esta polvo reciente para Bangbros pueden ser, si la cosa sigue, un trampolín ideal para que se convierta en estrella.
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