Muchos recordarán que después de una primera etapa impecable y ejemplar, Juelz Ventura empezó a perder peso y pelo y a tatuarse el cuerpo. Lo de los entintados provocó un ligero malestar en su base de fans, aunque era solo el inicio de una era como la actual en que las tatuadas ya son parte del porno mainstream, y los inicios siempre son convulsos. Pero lo que de verdad les preocupaba a sus seguidores era ese descenso en su masa corporal y esas señales capilares de que algo no iba bien. En una entrevista Juelz admitió el motivo: la brasileña americana de adopción sufre psoriasis y de vez cuando tiene recaídas.
En su último trabajo para Bangbros, en brazos de Mr. Anal encarnado en Rob Piper, demuestra que ahora mismo está muy cerca de su mejor versión. ¡Y que siga!
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