También conocida como Marlene, Dee Bowman, Dee, Delores o Bodie, la despampanante Janice Hurst es uno de esos casos en los que la dios en cuestión no solo es ancestral sino también tremendamente misteriosa. No se sabe ni su origen ni su edad, solo que trabajó a mediados de los años setenta en varias revistas masculinas como Gent, BUF Swinger, Big Girls o Kingsize International haciendo gala de su cuerpo macizo, sus tetazas naturales de las que roban el aliento, una mirada la mar de expresiva y serena, cuasi maternal, y —por ahí van los tiros— fue también una de las pioneras del erotismo de lactancia.
Comentarios