James Deen es una superestrella del porno, esto es innegable por mucho que algunos los consideren sobrevalorado o injustamente famosos: su aspecto de tipo corriente, su magistral dominio de los ritmos y su creatividad postural en el sexo, siendo además uno de los poquísimos actores porno que no utiliza Viagra, le convierten en un talento irrepetible al que no pocas mujeres reconocerían por la calle. Es justo lo que le sucede en este polvo para Dogfart: la espléndida negraza Lisa Tiffian se da cuenta de quién es y ya os podéis imaginar como sigue la historia.

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