texto: Ayer alguien decía en los comentarios que un servidor tiene tendencia a colaros preferencias personales con calzados. No le faltaba ni un ápice de razón, pero tampoco puede negarme nadie que señoritas como Remy LaCroix merecen un auténtico monumento a su colosal culo. Más crédito debería otorgarme todavía esta escena en la que otro pandero atómico hace pareja con el suyo, porque Jada Stevens podría rivalizar con cualquier trasero. Juntas, amigas como son, vuelven a dar en esta escena un verdadero recital de buen porno junto a un siempre cumplidor Mr. Pete.
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