El pasado mes de febrero Jada Stevens aseguraba en Twitter que no volvería a rodar escenas de sexo anal, que se lo reservaba para su vida privada con tal de reducir el desgaste al que sometía a su bendito culazo. En el podcast de Julieland volvió a confirmar esta información y añadió otro motivo un poco extraño: se ha hecho un piercing en el perineo y eso dificulta ese tipo de escenas. En cualquier caso, por su tono parecía claro que todo respondía más a cierto cansancio de hacer siempre lo mismo que a razones concretas.
Algo habrá notado, eso sí, en el volumen de llamadas y contratos que recibe, quizá el porno prefiere tenerla con anal o no tenerla, qué se yo. El caso es que seis meses después Hard X la ha convencido para volver a ejercitar los esfínteres en lo que nos venden como «el primer anal de regreso», que es un reclamo un poco ridículo pero no deja de ser Jada Stevens.
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