El de Jada Stevens, ya lo hemos convenido varias veces en los últimos meses, es con toda probabilidad el mejor culo de la industria americana del porno. Lo tiene todo y ella sabe cómo exprimir cada pulgada de ese talento inigualable. A pocos metros de la cabeza, Anikka Albrite se postula como el superpandero revelación de los últimos años, una mujer a la que se le ve con una confianza y una comodidad en el set de rodaje casi impropias de alguien de su corta experiencia, y que este 2014 ha dado por fin el do de pecho que la sitúa como una de las favoritas en la carrera por los premios.
Juntas, por la gracia de Keiran Lee, Brazzers y su Big Wet Butts, forman una sinfonía de percusión difícil de ignorar.
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