Estamos un poco enamorados de Ivy Lebelle, y es un amor múltiple: nos gustan muchísimo cada una de las partes por separado de su anatomía, y nos gusta todavía más el conjunto que es ella misma, con su mirada traviesa, su seguridad en su misma y la general sensación de potencia física que transmiten sus caderas, sus muslos y su trasero. No se parece en nada a Jayden Jaymes, y sin embargo hay algo de la añorada californiana en su gestos y su manera de relacionarse con la cámara y los compañeros. Hoy la hermosísima starlet trabaja en MYLF, que es una absoluta ridiculez a sus 31 años y sus aspecto lozano, pero el contraste con el tirillas de Juan El Caballo Loco puede servir de justificación para una escena que, eso sí, hay que ver.
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