Inga Uppe es una joven pintora de 22 años. Nacida en Copenhague hija de una danesa y un diplomático español. Es licenciada en bellas artes en la academia de pintura de Bornholm. Muy influida por la tradición del también pintor danés Peder Severin Kroyer, los lienzos de Inga son extremadamente coloristas y se recrean en la fuerza de la superposición de capas de oleo que combinan y fusionan los colores realzando la textura rugosa del lienzo.
Al regresar su padre a Madrid, ella y su madre también se establecieron en España. De ideas conservadoras, Inga Uppe ha colaborado con algunos artículos en el boletín cultural de la fundación FAES presidida por Jose Maria Aznar. De hecho entre su obra se cuentan retratos de algunos destacados dirigentes del PP como el propio Aznar o Maria Dolores de Cospedal.
José María Aznar
María Dolores de Cospedal
Autorretrato (Inga Uppe)
Pese a residir en España, Inga mantiene contacto con el ambiente artístico de Dinamarca. De este modo, el pasado 28 de Diciembre Inga Uppe ha inaugurado una exposición en el Museo de Arte contemporáneo de Bornholm titulada «Human Tripods» («Trípodes Humanos»). En esta exposición podemos ver numerosos óleos de Inga que muestran a hombres dotados de impresionantes penes así como enormes penes en acción amorosa. Se compone de más de 70 lienzos elaborados a lo largo de dos años de trabajo.
«Quizá porque soy mestiza y tengo sangre danesa y española mi caracter es más apasionado del que se supone a los nórdicos. Me encanta el sexo y desde que estoy con mi pareja actual, un muchacho que trabaja como modelo de moda al que conocí en Copenhague dotado de un pene de 32 centímetros, me rondaba la idea de trasladar al lienzo la embriagante sensación de plenitud que experimento cuando hago el amor con él. Este hombre me ama como ningún otro. Con su gran pene he podido conocer la diferencia entre ser penetrada y ser poseida. Su enorme
pene y el de otros modelos muy dotados a los que he tenido la fortuna de conocer integran el grueso de la exposición» comenta Inga en una entrevista en la presentación de la muestra.
«Como cualquier joven de hoy tengo contacto con el porno y lejos de molestarme debo decir que lo disfruto y me fascina su fuerza cromática. Quería trasladar al óleo esas tórridas coreografías de sexo entre hombre y mujer que muestra la pornografía. Para pintar algunos de estos lienzos me sumergí en un mundo virtual en el que no existen cámaras HD y en el que imaginé que el pincel sería el único medio de plasmar gráficamente la explosión de sexo y vicio del mundo contemporáneo para la posteridad, tal como era la función de la pintura antes de la irrupción de la fotografía».
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