El otro día Chuck nos comentaba en la entrada del vídeo de una labioplastia la anécdota de la pornostar Houston, la cual después de batir el récord de gangbang con 500 hombres decidió pasar por el quirófano para mejorar estéticamente su maltrecha vagina. Tras la operación tuvo la brillante idea de poner en venta los dos pedazos de carne que anteriormente habían formado sus labios vaginales. El resultado 10.000 dólares…
Honey B es una modelo que gracias al tamaño de sus labios vaginales y la curiosa habilidad para lo que se conoce en el mundo anglosajón como labia stretching ha cosechado cierto éxito entre los que se excitan viendo el estiramiento de un coño hasta el absurdo. Volviendo a la anécdota de la felactriz Houston, no quisiera ni imaginar el valor que podrían alcanzar los labios de Honey si ésta decidiera hacerse una labioplastia; con 10mil no llegaría ni para los emolumentos del cirujano. A esta parafilia, por cierto, se la conoce con el nombre de kolpeurintomanía.
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