La película de ciencia ficción El ataque de la mujer de 50 pies respondía a una fantasía erótica del hombre al que gusta verse sometido por una mujer tan grande como hermosa. Será por aquello de que lo bueno si es grande es dos veces bueno que a casi todos nos gustaría abrazar y ser envueltos por unas tetas gigantes. Como las tetas naturales y artificiales tienen un límite, para alimentar nuestra fantasía recurrimos a artificios tecnológicos. Si primero fueron las fantásticas tetas de Mastasia, ahora un tal Automan ha utilizado lazo y tijeras con Photoshop para construir el paraíso liliputiense de las tetas.
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