Es uno de los últimos fetiches textiles tras los años de cuero, vinilo y látex. La llegada de la ropa de spandex al porno y su habitual mezcla con los culos prodigiosos y el aceite suponen una nueva fantasía para el pornófilo poco dado a experimentos, y a Holly Michaels le sienta de maravilla esta tendencia, tal como demuestra en su último trabajo para Brazzers, un polvo gimnástico y pasional con un Keiran Lee que es la primera vez que se la folla, algo que a buen seguro tenía muchas ganas de lograr.
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