No nos engañemos: hay pocos representantes españoles masculinos en el porno americano. Nacho Vidal es el ejemplo más auténtico de lo ibérico, e inmediatamente después vendrían Ramón Nomar (un gallego de raíces venezolanas) y Marco Banderas (un uruguayo criado en Málaga). Son solo dos en el ámbito de los rabos, pero se bastan y se sobran para zumbarse a la flor y nata de la industria yanqui. Mirad si no su última escena cooperativa para Brazzers, una magnífica de casi una hora en la que ni enfrentándose a la lascivia cuatro leonas como Eva Angelina, Bridgette B., Nicole Aniston (ojito con su progresión; la cosa promete y mucho) y Alanah Rae parecen verse superados.
El gran juego de la silicona y el bombeo
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