En un año especialmente profuso en novatas e incorporaciones de alto interés pornográfico a la industria de la carne, siempre hay talentos que destacan en una u otra faceta, en uno u otro rasgo, con respecto al resto de compañeras de su mismas generación. Creo que Ella Knox, sin ser la máxima promesa de la hornada de 2017, si tiene el activo más que llamativo de poseer unos pechos naturales enormes, de esos con la caída ideal como para recordar a las añoradas tetas de erotismo vintage setentero, y poco a poco está dando pasos para llamar la atención del pornófilo también en otras maneras. Hace unas semanas, por ejemplo, publicó el primer gangbang de su carrera aunque fuese poco exigente y espectacular (en Gangbang Creampie juegan más con el morbo del relleno espérmico que con el despliegue físico), lo vemos como una avanzadilla hacia posibilidades futuras más estimulantes aún.
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