Su menudo cuerpo y cara de niña, esa mezcla entre inocente y salvaje, convierten a Gabriella Fox en una de las spinner más deseadas del panorama actual. Como he comentado en alguna ocasión, el término spinner es usado normalmente en el porno para describir a aquellas actrices de constitucion pequeña, generalmente delgadas y de pequeños pechos. Cuentan que el origen de la palabra pudo haber derivado de la típica broma que hacen algunos actores asegurando ser capaces de hacer rodar a la felactriz sobre su propia polla tiesa. No me atrevería a asegurar que el bueno de Erik Everhard pudiera jugar a la peonza con Gabriella pero sí puedo afirmar que las posibilidades que ofrece un cuerpo de 40 kilos a la hora de follar son ideales incluso para las posturas más enrevesadas del kamasutra.
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