Un breve ejercicio de investigación me ha permitido percatarme de que hemos visto a Franceska Jaimes hacer todo tipo de diabluras (desde prácticamente maltratar a dos tíos, hasta dejarse humillar y follar por toda Barcelona), pero nunca hemos sido testigos en esta santa casa del mágico acto de la doble penetración en sus gloriosos orificios. Así que para completar nuestro catálogo de la marranada indemne, nos remontamos al pasado mes de septiembre, cuando la colosal colombiana se sometía a un placentero correctivo a dos bandas con el enfant terrible del porno James Deen y el trabucaire de Miami Criss Strokes. A ella, desde luego, parece que la experiencia no le venía de nuevo.

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