El gran boom del aerobic y sus vídeos tutoriales se produjo en la década de los ochenta gracias al enérgico atractivo de Jane Fonda, pero esa aproximación algo pervertida al mero ejercicio físico ha aguantado con firmeza durante los últimos treinta años. De hecho hay lugares como Fitness Rooms, obra de la compañía Really Useful (responsables de éxitos europeos como Lesbea y la saga Fake —Hospital, Taxi, Agent…—), donde se produce cada semana una celebración del sexo con mallas de colores vivos, calentadores y cintas para el sudor con auténticas preciosidades centroeuropeas y rusas de esbelta figura. Sumerjámonos en esa fantasía al ritmo de uno, dos; uno dos.
Fitness Rooms y el eterno aerobic porno
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