Puede que Olive Glass no tenga el mejor cuerpo y que tampoco esté en el olimpo de las más bellas del porno, pero como podrás comprobar en la escena que sigue, lo suyo es follar como una auténtica Diosa del sexo. Los guionistas de Pornfidelity no se han devanado los sesos para juntar en la cama a la «artista» con el semental de Ryan Madison: «La artista toma una copa de vino en el almuerzo para después empezar a pintar. Olive no lleva ni unos minutos cuando Ryan llega a casa. A él las únicas obras de arte que le preocupan son sus increíbles pechos. La pintura queda de lado para que ella pueda concentrarse en follar hasta que Ryan le pinte todo el coño.» Una trama tan boba que incluso intensifica el espectacular fornicio y el buen feeling de los dos amantes.
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