Casi por casualidad doy con uno de esos freaks que le dejan a uno con la boca abierta. Se hace llamar O-Pearl, es alemana y poco más se sabe de ella salvo que vive de un cuerpo verdaderamente llamativo. Sus enorme pechos y su gran cantidad de tatuajes no son nada comparados con los piercings que luce ambos labios de su vagina, en los pezones y solo Dios sabe en qué otros lugares de esa mutación artificial que es su cuerpo. Irónicamente, entre sus decenas de vídeos no encontraréis ninguno de ella con un hombre. Y eso que en su ano tiene pinta de caber sin problemas el jodido estadio olímpico de Munich.

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