A finales de este 2018 se cumplirá una década del debut de una de las mayores estrellas que haya dado el porno en los últimos veinte años. Es posible que cuando uno pregunte por ahí tanto a pornófilos documentados como a consumidores casuales de este tipo de contenido, ninguno incluya a Kagney Linn Karter en un top 10 de cabecera, quizá porque la rubia no ha sabido moverse fuera de la industria tan bien como dentro y por ese tipo de injusticias que se cometen siempre a la hora de reconocer a los mejores en su profesión. Kagney representará siempre esa figura: la de la diosa de talento ilimitado que, incluso en escenas como este anal con Mike Adriano una década después de empezar en esto, rebosa frescura y morbo.

Comentarios