Una de las estrofas de la canción «Una historia de Alvite» del cantautor Ismael Serrano dice: «Ella tenía, ya sabes, lo que tienen esas mujeres que, en lugar de labios, te ofrecen la succión de una bañera y convierten las camas en un charco». Lo que viene al hilo del tema de esta entrada, la eyaculación femenina.
Todos sabemos que las mujeres comienzan a lubricar al excitarse, segregando fluido en mayor o menor medida. Sin embargo, hay mujeres que, cuando alcanzan el clímax, se corren de una forma parecida a los hombres, convirtiendo el nido de amor en un humedal. Se trata de una sustancia líquida blanquecina y viscosa (también puede ser incolora), que proviene de las glándulas de Skene. En algunas mujeres la secreción es más abundante e intensa que en otras, aunque, como ya sabemos, la mayoría de chicas no eyaculan al alcanzar el orgasmo.
El squirt, por su parte, suele darse cuando se estimula ciertas zonas del interior de la vagina, y es una reacción física que se puede llegar a perfeccionar, llegando a expulsar chorros muy copiosos como ya hemos visto a menudo en algunas pornstars. En este caso, el líquido es una especie de orina muy diluida. Ambas respuestas físicas resultan de lo más excitantes para buena parte del público, por lo que ilustramos el tema de marras con algunos videos de lo más húmedos.
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