Corría el año 2003 cuando Nacho Vidal acababa de llegar a Estados Unidos, época en la que el Gonzo se estaba convirtiendo en una seria alternativa para rodar películas baratas que podían llegar a venderse muchísimo. Los Iron, Stagliano y Kerkove dominaban a sus anchas el negocio mientras sus carteras crecían como lo hacen hoy los ahorros de los que compraron Satoshis hace diez años. Por aquel entonces se rodaba a escena diaria, y muchas actrices ardieron literalmente a ese ritmo de rodajes, una de ellas fue Ashley Moore. Inicio con ella esta sección para recordaros que existía pornografía antes del 1080p.
Ashley no tuvo una carrera larga pero realizó una de mis 100 escenas locas, en «I Love It Rough». Dirigida por Brandon Iron, se comió literalmente a Nacho, para acabar la escena con un bukkake y posterior limpieza con botellas de «Fuensanta» en tono de fiesta total. Para mí, la escena es muy especial porque el cuerpo, la voz y los gestos de la rubia de Arkansas llenan la pantalla. Disfrutadla y contad los días que faltan para un nuevo artículo del Señor Diamantino.
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