Hoy tenemos el honor de entrevistar a una damisela muy especial. Puede que algunos no la conozcáis todavía, pero os aseguramos no tardaréis en oír hablar mucho de ella. Amarna Miller es una de las mayores promesas del porno español, un ángel sediento de sexo que acaba de estrenar su primera escena para la productora Babes.com, y ya hay quien no duda en señalarlo como el principio de una carrera, seguro, meteórica. Veremos si la suerte acompaña; nosotros, con lo inteligente que es, lo buena que está y las fotos exclusivas que nos envía, apostamos fuerte por ella.
Amarna, ¿qué hace una chica como tú en un lugar como este?
Disfrutar, hacer lo que me gusta. Desde que tengo uso de razón me he sentido atraída hacia el mundo de la sexualidad, siempre estaba investigando cosas nuevas… Después, cuando ya cumplí los 19, vino el porno. Nunca he estado de acuerdo con el concepto que se tiene del sexo en la sociedad: tratan de cubrir el cuerpo desnudo como si fuese tabú, y el sexo se convierte en algo sucio, turbio. Si admites públicamente que te gusta el sexo, e incluso que te masturbas, eres una enferma. Es demencial.
Por mi parte intento poner un granito de arena para que deje de verse de esa manera y comience a entenderse la libertad sexual (la verdadera, no el propagandista barato que nos venden en las revistas femeninas de «oh tía, hoy he probado a que me la metan por detrás») de una forma sana, divertida y natural. Me siento muy orgullosa de lo que hago.
Además, utilizo la web de Orgasmatrix para masturbarme desde hace más o menos tres años, cuando os descubrí. ¡Es un honor que justo me llamarais para hacer esta entrevista!
Pero a ver, ¿el porno no es una inmundicia hecha por hombres machistas, prostitutas y cajeras de supermercado borderline?
Basta ya de clichetazos. Es cierto que desde hace décadas nos han vendido la imágen de pornstar guarrilla, descerebrada e inocente que deja que se aprovechen de ella. Ahora, gracias a dios, la industria y los estereotipos están cambiando. Para bien o para mal, la industria pornográfica ha estado regentada durante muchos años por hombres, una gran parte de ellos antiguos actores porno, que no han querido salirse de los estándares y apostar por un producto diferente. Puedes coger prácticamente casi cualquier película porno de los últimos 5 años, intercalar a las chicas, los chicos y los escenarios y tendrás el mismo producto: una copia de otra copia de otra copia. Siempre las mismas cinco posturas acrobáticas, los mismos trajes de rejilla, los mismos tacones imposibles. Dos minutos de intro, mamada, tres posturas de sexo, corrida.
No sólo el consumidor se ha cansado de un producto tan repetitivo, sino también la propia industria. La imágen estereotipada del porno, con la secretaria tonta que deja que su jefe la chantajée para follarsela, está en decadencia, absolutamente desfasada. Páginas como X-Art, y todo este gran movimiento del glamcore que ahora está tan en boga, nos presentan una sexualidad más verosímil, intimista. No me malinterpretes, adoro el porno hard de Elegant Angel, Brazzers o Bangbros, pero creo que hay que añadirle algo más: realismo y calidad estética.
La silicona, las rubias platino y el standard Jenna Jameson que tanto estuvo de moda hace una década, está cayendo en picado. Y por eso mismo contratan a chicas como yo, que podría ser tu vecina del quinto, con mis pequitas y mi pecho pequeño, disfrutando de verdad. Verosimilitud, señores, era lo que le hacía falta a esta industria. Un soplo de aire fresco, que por fin está llegando.
Con todo esto que dices pareces ser una chica inteligente, así que, ¿por qué no levantas cabeza y te ganas la vida dignamente?
Adoro mi trabajo. Desde que tengo uso de razón fantaseaba con convertirme en actriz porno ¡Y aquí me tienes! No creo que ser inteligente y estar en este negocio sean dos factores excluyentes. Ahí tienes a Sasha Grey o a Stoya, nadie mejor que ellas es exponente de que hay chicas con dos dedos de frente en la industria.
Estoy a un mes de acabar la carrera universitaria en la que decidí entrar (Bellas Artes) y, aunque me siento orgullosa de haberla hecho, no quiero que mi futuro vaya por esos derroteros. Lo mío es el porno, el exhibicionismo, la exploración en todas sus vertientes. Tanto como actriz, como productora dentro de Omnia-X, la empresa de contenido pornográfico que fundé en el segundo año de carrera, intento plasmar el porno que a mi me gustaría ver.
Quiero aportar a este ámbito el gusto por la estética y la imágen así como el manejo técnico del equipo fotográfico y cinematográfico que me han dado mis estudios, haciendo un porno bonito, con una imágen cuidada, pero sin perder ni un ápice de la pasión y el sentimiento que tiene el sexo que tenemos en casa.
¿Y en qué momento decides que lo tuyo es follar?
Al cumplir los 19 años, y tras bastantes meses reflexionando sobre ello, decidí meterme en el porno. Me puse a investigar productoras, mandé muchos mensajes y hablé con mucha gente, pero ninguna de las propuestas que me hicieron acababa de convencerme. El trato que recibí no era el que me esperaba, podría decir.
Así que en aquel entonces, recién empezando la carrera de Bellas Artes, me pregunté a mí misma: ¿oye, y si monto yo mi propia productora? Un sitio en el que yo trabajaría como actriz. Un sitio donde las chicas que, como yo, no han llegado a meterse en la industria al ver el plantel que se les venía encima, se puedan sentir cómodas. Y tras muchos meses cavilando, surgió Omnia-X.
Gracias a la ayuda de un maravilloso amigo que hacía las veces de cámara y fotógrafo, hice mis primeras escenas, primero yo sola y después con alguna otra chica, entre ellas Audrey Twin, que acababa de cumplir los 18 años. Estos primeros vídeos se trataban más de una prueba que de contenido real. No teníamos ni idea de cómo rodar escenas de sexo así que fuimos probando y estudiando hasta dar con los planos perfectos. Fue un auténtico proceso de aprendizaje. Me acuerdo que al principio, cada uno seleccionaba una escena que le gustaba de otra productora y la íbamos analizando parte por parte, apuntando los tiempos que duraba cada postura y memorizando cada plano para luego tratar de repetirlo. Gracias a dios hemos avanzado lo inimaginable desde entonces.
Entonces apareció Zor, un programador con el que contactamos para poder llevar a cabo la web. Comenzó a guiarnos por la parte técnica hasta que poco a poco se vio implicando cada vez más en el proyecto. Casi sin darnos cuenta teníamos un nuevo miembro en el equipo Omnia-X. Ahora él es nuestro principal director de escenas y una parte fundamental de la productora.
Paralelamente seguí investigando empresas con las que poder trabajar como actriz, hasta que una web australiana de contenido lésbico me ofreció posar para ellos. El trato fue maravilloso y llegué a convertirme en pocos meses en una de sus «top stars». Por aquel entonces acababa de reencontrarme con Amber Nevada, una amiga de mi adolescencia que me contactó para pedirme consejo sobre como meterse en la industria. Empezó a trabajar con Omnia-X, primero como actriz y después como coordinadora de modelos, y pronto nos hicimos inseparables. Juntas comenzamos nuestra verdadera incursión en la industria como actrices, empezando a hacer escenas chico/chica y trabajando con productoras de la talla de DDF Network, Abbywinters, Naughty Natural, Babes o Private. ¡Aprovecho para mencionar que soy portada, junto a David el Moreno y mi maravillosa Eris, de la nueva película de Private «Take the mike»!
En estos momentos considero el porno, ya sea como actriz o productora, mi profesión. Y me encanta.
Se nota que te gusta porque en los vídeos se te ve muy suelta: pollas, coños, faciales… ¿No le haces ascos a nada?
Adoro del sexo, ya sea en mi vida pública o privada. Disfruto en todas y cada una de las escenas que hago, y si tengo la más mínima duda sobre si un rodaje va a gustarme, lo rechazo. Como cualquier persona, tengo mis límites dentro y fuera de la pantalla, y hay cosas que no haría ni por todo el dinero del mundo. Pero si me gusta una práctica ¡no tengo ningún problema en hacerla durante un rodaje! Para la productora «House of Taboo» estuve rodando una serie de escenas BDSM en las que aparezco como dominante. Y alguna otra en la que me suspenden por cuerdas en una disciplina japonesa llamada «shibari». Es una faceta mía que no suele verse dentro de las escenas que hago; me lo pasé genial. Me declaro abiertamente bedesemera, y fetichista.
Además, me considero completamente bisexual así que disfruto muchísimo en las escenas lésbicas. Hay muchas chicas en la industria rodando escenas de este tipo sin ser bisexuales ni atraerles las mujeres. Me parece una barbaridad, y un suicidio para con tu sexualidad. ¿Cuántas escenas habéis visto en las que las mujeres se besan sin juntar los labios, solo moviendo las lenguas en el aire? Para mí un beso que no transmita atracción es la primera señal de que una escena no va a gustarme.
Hace falta atracción, pasión real para que una escena quede de diez, para pásartelo tú bien y por último, para que el espectador se excite con ella. Al final esto es lo importante, no si se hace un creampie, un facial o una orgía con veinte mujeres. Si disfruto con lo que estoy haciendo ¡adelante con la cámara!
¿Cual es tu límite? Gangbang, interracial, bukkake, doble penetración anal, zoofilia…
Los límites, al igual que los gustos, evolucionan. Si hace cuatro años me hubieses propuesto vestirme con ropa de látex, probablemente me hubiese reído muchísimo. En estos momentos puedo declararme una fetichista empedernida de los catsuits de látex, la ropa de lycra, el J-Lube y mil millones de cosas más que antes no se me habrían ni pasado por la cabeza. Si las personas me gustan y el momento es el adecuado, estoy encantada de realizar prácticas más extremas.
Antes de cada grabación siempre se dejan muy claros los términos de la sesión, qué se va a hacer exactamente y de qué manera. Y si hay algo que no queda claro, se habla de ello hasta que sea cristalino. Así luego no se generan malentendidos ni sorpresas.
Lo que sí he de decir es que los límites que me autoimpongo dentro de mi vida privada y en el porno a veces toman caminos diferentes.
En mi vida personal me gusta mucho el «rough sex» y el BDSM, podría decirse que disfruto con prácticas que no calificaría como convencionales. En el porno hacer este tipo de escenas y que salgan bien es mucho más complicado. Primero, porque necesitas una compenetración con tu compañero de rodaje que es complicada de conseguir, y segundo, porque la producción técnica es infinitamente más compleja. Aunque es posible; ahí tenemos a Kink.com o House of Taboo como referente de que pueden rodarse escenas hard con muchísima calidad. Y por supuesto, si me gusta y está bien grabado estoy encantada de participar en ello.
Al final, cuando hablamos de actrices pornográficas parece que siempre se trata de un «yo más». La primera doble penetración de Stoya, la desvirgación anal de Lexi Belle, una ración de fisting doble para Mrs. Belladonna, por favor. Cuando aquí lo importante es que se lo pasen bien. Y si disfrutas de una doble penetración con una fucking machine ¡adelante!. Siempre que se haga como una práctica sana y divertida, estoy de acuerdo con ello. Tanto para mi personalmente, como a la hora de verlo como espectadora
Respecto a la zoofilia, no estoy interesada, más que nada porque no siento ningún tipo de atracción sexual hacia los animales. Excepto por los mapaches. Adoro a los mapaches. Pronto me veréis en «Hard Racoon Vol. III».
Vale, pero lo que todos queremos saber es: ¿para cuando una escena anal?
Cuando llegue el momento, tened por seguro que os enteraréis. Siempre me ha parecido absurdo, por lo menos en términos de marketing o promoción personal, las chicas que comienzan haciendo anal en sus primeras escenas. Hay que generar expectativa. Si me has visto en cuarenta escenas sin hacer ni un anal, estarás arañando las paredes por verme en situación.
El mejor ejemplo de esto me parece mi adorada Lexi Belle, que tras un porrón de años en la industria sin hacer ni un anal, consiguió dar un auténtico pelotazo cuando al final se lanzó a la piscina. Creo que en esta misma web le disteis bombo y platillo al tema ¡y me parece maravilloso! Es la clave para mantenerse en la cresta de la ola.
Eso es saber venderse. Estaremos muy atentos porque te adoramos y porque consideramos que eres la renovación que necesitaba el porno de este país. De hecho te hemos bautizado ni más ni menos que con el apelativo de «la Stoya española».
Me parece un honor que se me compare con semejante diosa. Descubrí a Stoya hace unos años gracias a un artículo en el que hablaban de su antigua relación con Marilyn Manson. Yo he estado obsesionada desde siempre con las mujeres que frecuentaba este caballero, desde Dita Von Teese hasta Evan Rachel Wood, así que me puse a investigar sobre la chica en cuestión.
Por aquel entonces Stoya no era demasiado conocida y apenas encontré un par de escenas suyas en Razordolls y unos sets en las Godsgirls. Todavía tenía el pelo cortito y morado. Me quedé totalmente enamorada de un video pseudo experimental en el que se masturba delante de un gigantesco oso de peluche, para después pasar a despiezarlo. Recuerdo que en algún momento del video, sale bajo la lluvia y moja su cuerpo pálido y sus tetas pequeñas. Pensé ¿por qué no hay más chicas como esta en el porno? Por aquel entonces el altporn, las actrices con tatuajes y el rollo underground no abundaban demasiado en la industria. O yo no las había descubierto, por lo menos. Fue una revelación. Descubrí a las Burning Angel y se abrió un nuevo abanico de fantasías sexuales: chicas con piercings y tatuajes, pelos de colores y cuerpos reales. No recuerdo qué edad tendría por aquel entonces, pero creo recordar que era pequeña, tendría 16 o 17 años y todavía no podía hacerme piercings ni llevar aquel estilo que tanto me gustaba. Guardaba fotos de las Suicide Girls que encontraba por la red, casi como una inspiración. Al cumplir los dieciocho me anillé los pezones con unos piercings en forma de cruz, como los que Stoya llevaba en sus tiempos mozos. Me puse el pelo verde, después rosa, y después violeta, hasta pasar por todas las tonalidades que se se me ocurrieron. Me seguí anillando hasta llevar unos cuantos piercings ¡Me encantaba ese estilo!
Dentro de la industria, considero a Stoya una fuente de inspiración. Adoro sus entrevistas, adoro la forma en la que se ha promocionado. Las fotos que la hacen, su forma de trabajar. No se si recordaréis aquellas fotos que le hizo Steven Klein en las que aparecía completamente fibrada, con pelos en las axilas y posturas de acróbata. Y es que aún así está preciosa.
¿Que si me siento cómoda con este apelativo? ¡Me haces feliz!
Y además de la bella Stoya, ¿con qué otras pornostar te identificas?
Esta es una pregunta complicada. Hay actrices a las que admiro tremendamente por su forma de trabajar, por ejemplo Abella Anderson, Kristina Rose o Eva Angelina. Todavía no he visto una escena suya que no desprenda pasión por todas partes, saben cómo mirar a cámara y ponerse en las posturas ideales mientras cautivan completamente al espectador. Me fijo en sus escenas para aprender cómo mejorar en mi trabajo, y son un referente personal a la hora de rodar.
Por otra parte, chicas como Lexi Belle, Lily Carter, Tiffanny Thompson o Faye Reagan tienen ese tipo de belleza jóven, fresca y natural, entre teen y vecinita de al lado, con el que creo que mi imagen se corresponde mucho más. Físicamente me identifico con ellas, aunque trato de no encasillarme en el estereotipo de adolescente.
En cuanto a la nueva oleada de promesas, Valentina Nappi, con ese maravilloso acento italiano, y Anissa Kate me parecen dos nombres que no pueden faltar en mi lista. Ambas tienen un tipo de belleza latina y muy exuberante, completamente alejada de lo que yo puedo ofrecer. La forma en la que han llegado a la cima en relativamente poco tiempo y esforzándose al máximo me parece un referente de cómo quiero hacer yo las cosas.
Dentro del cine patrio, me identifico con Irina Vega, con su pasión y dedicación a la hora de llevar su propia empresa, Silvia Rubí, una de las personas que conozco que más disfrutan mientras están rodando, y por último, Amber Nevada y Eris Máximo, que dentro de mi quinta están sabiendo trabajar con las mejores productoras para salir adelante en este trabajo.
Podría seguir mencionando actrices hasta la saciedad, así que resumiré diciendo que por su vida dentro y fuera de la pantalla, considero a Sasha Grey, Stoya, Belladonna y Dana Dearmond una inspiración. Son guapas, sexys, inteligentes, y se han sabido mantener en la industria como unas campeonas.
¡Y hablando de Sasha! Hoy me ha pasado una anécdota graciosisíma gracias a la cual he conseguido un ejemplar de su nuevo libro «Juliette society» dedicado. Después de ver un tweet de Paco Gisbert en el que mencionaba que semejante diosa estaba en tierras madrileñas, he movido viento y marea para ver si podía verla de alguna manera.
Gracias a la maravillosa intervención de Moisés Rodriguez y Nacho Vigalondo ahora tengo un ejemplar de su libro que pone «For Amarna Miller! Much love». Estoy radiante de felicidad.
Quedé fascinado con tu escena de la sauna que grabaste para DDF. Cuando os coméis la boca esparramando saliva da la impresión que no estás actuando y que realmente te encanta saborear el semen.
Ponernos en una escena conjunta a mi y a Amber Nevada es un acierto seguro. La química que tenemos entre nosotras es increíble, de hecho creo que ella es de lejos la chica con la que más me gusta trabajar. ¡Saltan chispas!
Nuestro compañero de rodaje, Marcus Dupree, resultó ser un auténtico encanto además de un actor de primera. La escena salió prácticamente sola, sin ningún corte ni guía por parte del director. Luego me enteré que el chico ha rodado muchísimas veces con Kink.com ¡Ya decía yo!
Me parece curioso cómo separas en la pregunta el hecho de rodar y el pasártelo bien, como si fuesen factores que no suelen darse juntos «Da la impresión que no estáis actuando y que realmente te encanta saborear el semen». ¡Es que si no me gustara, no lo haría! Actuar no significa fingir.
Es cierto que en un rodaje tienes que estar pendiendo de donde está la cámara, ponerte de cara a la luz, hacer posturas que permitan buenos planos y tener cuidado de que el pelo no se te caiga por la cara, pero eso no tiene porqué significar que se pierda ni un ápice de la sexualidad, la pasión o el disfrute de un encuentro real. Yo por lo menos, como decía más arriba, me lo paso genial en todas y cada una de las escenas que hago.
El tema de la saliva, ya que lo comentas, es uno de mis mayores fetiches. Bueno, los fluidos en general es algo que me vuelve loca. Adoro escupir, babear, chupar y rechupetear cuando estoy teniendo sexo. Oh, ¡los hilillos de babas que se generan cuando te separas un poco! Menudo gustazo. Hace unos meses me dediqué a hacer por gusto una serie de vídeos en los que aparezco chupando cosas, desde chupachups hasta piruletas o chocolate. En un principio no pensaba hacer nada con ellos excepto meterlos en mi propia colección privada, pero unos cuantos fans empezaron a pedirme escenas del estilo y acabé vendiendolos a particulares. Si queréis, podéis ver algunas capturas en mi blog.
A raíz de esta idea, muchas personas empezaron a contactar conmigpara pedirme vídeos exclusivos e incluso ropa interior usada ¡Y a mi me encanta!
Háblanos de tu productora Omnia-X.
Omnia-X es el proyecto de mi vida. Como os contaba en una pregunta algo más arriba, la idea de comenzar la empresa surgió mientras tenía 19 años, cuando sin tener apenas conocimientos de administración empresarial, técnica o estilo, la pregunta «¿podría montar yo una productora porno?» fue tomando forma en mi cabeza. Lo que me sobraba era un interés desmedido por la sexualidad, la experimentación y la pornografía, que unido a mi pasión por el arte, me llevaron a investigar medios de creación, aprender el manejo de cámaras de foto y más tarde, de video. Por entonces decidí que había que ponerle un nombre a todo aquel proyecto: quería algo que fuese sonoro y fácil de recordar, no sonase soez y a la vez tuviese algún tipo de significado. Llené folios y folios con un gigantesco brainstorming de ideas, mezclando palabras y nombres que me gustaban hasta llegar a la palabra latina «Omnia», cuya traducción al español sería «todo». Y entonces pensé «Todo porno… Todo X», y ahí lo tenemos: Omnia-X.
Poco a poco fui investigando, y gracias al método de ensayo-error y a unas cuantas personas que me fueron ayudando (Entre ellos el fantástico fotógrafo Iván Araya) los resultados empezaron a ser cada vez mejores. Sin embargo, no fue hasta que Zor comenzó a colaborar con nosotros, primero como director tecnológico y más tarde como director de escenas, que existió un cambio radical en la forma de llevar la empresa y por ende, en los resultados que producíamos. Cambiamos nuestro equipo y empezamos a rodar a dos cámaras, en plano secuencia y sin interrupciones. Además, contactamos con un equipo de diseñadores (Los genios de Lacalleestuya) para que hicieran la imágen de marca, imprimimos tarjetas y comenzamos nuestra incursión en el mercado buscando modelos a través de nuestra web.
Paralelamente, mi incursión como actriz en la pornografía me ayudó a ver la industria desde dentro: cómo funcionaba un rodaje, la dinámica entre los cámaras, el tipo de equipo que usaban y la forma de dirigir a los actores y actrices. Fui aplicando dentro de Omnia-X todas y cada una de las cosas que iba aprendiendo delante de la cámara.
Nuestro equipo humano fue creciendo cada vez más a la vez que conseguimos ahorrar el suficiente dinero como para poder comprar el equipo técnico más adecuado para nuestro tipo de rodaje, desde cámaras, a focos y objetivos, y estudiando para ir aprendiendo la técnica necesaria. En estos momentos contamos con un equipo de personas fijas que colaboran con nosotros.
Cada vez íbamos recibiendo más solicitudes de actores y actrices que querían participar en nuestra empresa, entre ellos Eris Máximo y Laura Evan, dos grandes descubrimientos del porno español actual que debutaron de la mano de Omnia-X. De hecho, tengo el orgullo de decir que la primera escena de Eris dentro del porno ¡Fue conmigo!
Aunque si tengo que destacar a una de nuestras modelos, es a Amber Nevada. Comenzó su incursión pornográfica con muchas dudas e inseguridades ¡Ni siquiera la habían hecho nunca unas fotos desnuda! y en muy poco tiempo demostró tener una valía impresionante como actriz y como persona. Fue ayudándonos cada vez más dentro de las sesiones en las que ella participaba, e incluso comenzó a venir a rodajes en los no actuaba simplemente para ayudarnos a organizar. En poco tiempo pasó a ocuparse de la parte de maquillaje y estilismo y de una forma natural se fue involucrando cada vez más dentro de la empresa hasta que decidimos hacerla formar parte de nuestro equipo fijo como coordinadora de modelos. Sigue dando el cien por cien de si misma cada vez que está delante de una cámara y es una completa profesional cuando está detrás. Sólo puedo decir cosas buenas sobre ella.
Actualmente estamos centrados en producir contenido principalmente heterosexual, de gran calidad técnica y estética. Además, una de las lineas principales de grabación que estamos siguiendo en estos momentos es de temática BDSM, pensada para un público con conocimiento del tema. Tenemos la suerte de contar con Zor, uno de los atadores de shibari más importantes del panorama pornográfico europeo. Ha trabajado con productoras de la talla de Kink.com o House of Taboo ¡Teníamos que aprovecharlo!
Y por supuesto, seguimos buscando nuevos actores y actrices que tengan o no experiencia en la industria ¡Nos encanta descubrir nuevos talentos!
¿Y qué me dices del porno español? ¿Es tan casposo como dicen?
Depende. En general para que una escena porno me guste, tiene que estar como mínimo bien grabada técnicamente. Lamentablemente en el panorama español la calidad de imagen es algo que escasea. Entiendo que el estilo amateur tenga un público muy amplio, pero a mí en un principio no me interesa como consumidora ni como actriz. En todo caso, no creo que haya que culpar únicamente a las productoras. Se trata de un problema circular: el espectador, que por regla general en nuestro país, no habla inglés, se limita a si mismo buscando únicamente escenas rodadas en nuestro idioma. Y ve lo que buenamente encuentra, que no es demasiado. Así, la industria no produce contenido de más calidad ¿Para qué, si vendan lo que vendan va a ser comprado.
Esto no quiere decir que no existan buenas productoras en nuestro país. De hecho, últimamente estoy conociendo varias empresas dentro de la industria con sede en España que tienen un producto en el que me encantaría participar. Como principal referente mencionaré a Alter Sin, que cuida cada detalle de la producción al extremo. Sin ir más lejos, hace un par de semanas estuve en Tarragona grabando con un equipo maravilloso una escena que espero, de mucho que hablar. Únicamente vi los brutos y ya me quedé anonadada ¡Hay futuro en el mercado español.
¿Y lo del porno para mujeres es una subnormalidad hecha para frígidas, o de lo contrario el porno que solemos ver por aquí es insultantemente machista?
A ver, estás tratando dos temas que así a priori no tienen mucho que ver. Que algo no sea machista no tiene porqué significar que se convierta en feminista.
Es una verdad innegable que en el porno de los últimos 5-10 años ha habido una devaluación muy grande de la figura de la mujer, Ahí tienes a Bangbros follandose a chicas en furgonetas para luego dejarlas tiradas en la cuneta al grito de «¡Ahí te quedas, zorra!». Sea en la figura de guarilla desvergonzada o pobre colegiala inocente, al final es el hombre el que tiene una actitud dominante, a veces con toques muy machistas y llevando siempre la batuta en el sexo.
También es cierto que, como mencionaba antes, de hace un tiempo a esta parte se han puesto de moda este tipo de escenas bonitas y amorosas en las que los protagonistas hacen el amor como si se tratasen de una verdadera pareja. Flares de luz cruzan la cámara mientras impolutas suecas de cuerpos imposibles se retuercen entre sábanas blancas. Con Wowgirls, Babes.com, X-Art, Joymii y toda esta saga de productoras de técnica cuidada a la cabeza.
En cuanto al llamado porno para mujeres, se trata de una reacción lógica al machismo imperante en los últimos años. Una respuesta extrema a un producto con el que algunas mujeres no se sienten identificadas. A mi personalmente, me parece que no tendría que haber ninguna distinción entre porno para hombres y porno para mujeres. El tipo de imágen sexual que nos gusta no depende del género, sino del individuo. A mi me puede encantar tanto una escena luminosa de Sexart que un gang bang a diez bandas de Kink.com. Creo que muchos de los lectores compartirán mi opinión, aunque sean hombres. Y a otros les gustarán las latinas de culo grande, o las asiáticas, o solo verán escenas de orgías.
Es el individuo, con sus intereses personales basados en vivencias o razones educacionales, el que elige qué le gusta ver en el porno y qué hacer en la cama. En mi opinión, los gustos no vienen predefinidos en tu sexo biológico.
Y cambiando de tema, a nosotros la lectura nos tira mucho, y Henry Miller es uno de nuestros autores de cabecera. Con tu nombre artístico querías mostrar que realmente te interesa la cultura, o ¿nos estás vacilando?
El primer nombre que me vino a la cabeza cuando me quise meter al porno fue Echo Lawrence. Es el apodo de uno de los principales personajes de la novela de Chuck Palahniuk «Rant: la vida de un asesino». Se trata de una prostituta lisiada que se dedica a estrellar coches por las autopistas. Asi que no, no quería ir de cultureta eligiendo mi nombre. Tras descubrir que echolawrence.com estaba cogido, le di otra vuelta de tuerca a mi nombre artístico. Escribí en un papel una lista de nombres y apellidos que me gustaban por su sonoridad o que hacían referencia a personas a las que admiro. Fui cruzando datos mientras buscaba en google cuántas personas había con esos nombres. No encontré ninguna Amarna Miller ¡voilá! Además, quien tenga interés en la cultura egipcia podrá ver en mi nombre un atisbo de mis gustos frikis, un guiño a los entendidos. Para los que no, es un nombre sonoro y fácil de recordar.
Me gusta la cultura. Disfruto estudiando, leyendo y sobre todo, aprendiendo. Cada día intento irme a la cama habiendo aprendido una cosa nueva: que la eisoptrofobia es el miedo a los espejos, que las holoturias expulsan partes de su cuerpo cuando se sienten amenazadas, que la Olympia de Manet era una prostituta…
Soy asidua a la web de Hackernews, un compilador de artículos de calidad a la orden del día. Altamente recomendado para todo aquel que sepa inglés. También veo a diario, normalmente mientras como o ceno, alguna charla de Tedtalks. Una web patrocinada por google en la que expertos de cada área expresan su opinión, sus teorías o sus conocimientos en pequeñas charlas de no más de 20 minutos. Conocimiento comprimido. Y esta vez con subtítulos, así que no teneis excusa para ir a echarle un vistazo ahora mismo.
También me gustan páginas como coursera o venturelab, que te dejan inscribirte en cursos gratuitos de muchísima calidad. ¡Mejor que los tutoriales de youtube y más barato que un curso del CCC! Por allí me podéis encontrar dándole duro a Web Developer 101. También estoy en Lynda.com estudiando Premiere y After Effects. Y a todo esto súmale la carrera, que aunque ya la acabo dentro de nada, sigue presente hasta dentro de un mes. Y súmale el trabajo como actriz. Y como modelo. Y como productora. ¡No me quedan horas en el día!
Me dejas alucinado. Y con todo ese bagaje, ¿a qué autores admiras?
¡Menuda pregunta más amplia! Admiro a Ken Kesey y su vida de errático vividor al volante de un autobús escolar pintado de colores. Personalmente, se trata de un referente a la hora de luchar por lo que quieres, vivir la vida que te apetece sin tener que rendirle cuentas a la sociedad. Siguiendo la estela de Kesey en cuanto a vivir en libertad, no puedo dejar de mencionar a Christopher McCandless, el chico en cuya historia se basaron a la hora de hacer la película y libro «Hacia rutas salvajes». Ha sido terriblemente criticado por aventurarse en medio de Alaska sin demasiados medios, pero comparto completamente su lucha por hacer lo que quieres, lo que deseas de corazón por encima de todo. Él se rebeló contra su familia, dejó los estudios y una vida confortable para aventurarse a llevar la vida que quería, alejado del mundo. Para luchar por sus ideales. Y últimamente, y con un estilo de vida radicalmente opuesto, estoy también muy interesada en la vida del Nobel Richard Feynman.
Cinematográficamente hablando me declaro fan incondicional de Gaspar Noé. Puedo decir sin ninguna duda que la estética de sus películas, especialmente «Enter the void» e «Irreversible» me ha obsesionado hasta extremos que ningún otro ha podido. Sueño con poder rodar una porno con ese manejo de la iluminación y los planos secuencia ¡Estoy trabajando en ello, de hecho! Otros directores imprescindibles en mi lista son David Lynch y su universo de locura, especialmente con los capítulos en los que participó dentro de la serie «Twin Peaks», David Cronenberg, sobre todo en sus películas más antiguas, y el increíble Terry Gilliam. «Miedo y asco en Las Vegas» y «Tideland» se encuentran en mi top 10 de películas favoritas.
También me gustaría destacar a Harmony Korine, con su obra maestra «Gummo», y a Larry Clark, al cuál admiro como fotógrafo principalmente aunque también como director («Kids» y «Ken Park»). Y ya si me pongo friki, os recomiendo que le echéis un vistazo a los cortos y películas de Jan Svankmajer. Todo un personaje, pero su película «Alice. Neko Z Alenky» me hace temblar.
Y hablando de fotografía, estudiando Bellas Artes no puedo sino hacer un pequeño hueco para mencionar una serie de artistas a quienes admiro completamente. Dentro de España tengo que destacar las fotografías de Jaure Mur, que sabe mezclar como nadie escenas macabras, chicas preciosas, y una sensación de desasosiego calmado que te inunda el pecho cuando ves su obra. Paco Peregrín, Javier Aramburu, Sandra Torralba (¡Que acaba de fotografiarme para su serie «Estranged Sex»!) y el maravilloso Polymerboy son otros grandes referentes. Fuera, la obra de Jo Schwab (el cuál me retrató en un viaje que hice a Berlin), Richard Kern y Ed Fox me vuelven loca. Y de los clásicos, Diane Arbus, Richard Avedon, Helmut Newton, Joel-Peter Witkin, Araki e Irina Ionesco.
Dentro del porno, como ya comentaba más arriba, me declaro fan incondicional de Stoya, Sasha y Belladonna, por su forma de haberse labrado un futuro en la industria demostrando que se puede ser guapa y tener dos dedos de frente. Y detrás de las cámaras, destaco a Viv Thomas (¡su serie «The Art of Kissing»!), Andrew Blake, Eon McKai y Larry Flynt, referente a la hora de luchar por tu empresa, le pese a quien le pese y sobrevolando las críticas.
En la literatura, puedo afirmar sin ninguna dura que Chuck Palahniuk es mi escritor favorito. Aunque ha tenido sus altibajos y algunos de sus libros me parecen para tirar directamente a la basura, lo compensa completamente con libros como «Fight club» y «Monstruos invisibles».
Y ya por último, musicalmente me gustan desde grupos como Daft Punk o The Prodigy pasando por Pink Floyd, Janis Joplin, Deep Purple o Supertramp. De hecho el disco que más está sonando ahora en mi casa es el «Live in Paris».
Me da la impresión de que el porno está pasando de ser un hecho denigrante a convertirse en algo hipster, ¿opinas lo mismo?
La pornografía está en proceso de desestigmatización. La gente, tanto chicos aunque especialmente chicas, empieza a admitir que se masturban mientras ven porno. Desde que puedo recordar, ha existido un gran tabú a la hora de expresar e incluso sentir satisfacción sexual a la hora de ver pornografía. El cine X era para los desesperados, los que no pueden tener encuentros en su vida real. Pajilleros, freaks con granos y gafas que jamás podrán tocar a una mujer.
¡Qué concepto tan alejado de la realidad! Desde hace unos años hacia acá está existiendo un mayor aperturismo a la hora de hablar del tema. La industria ha crecido, la sexualidad se ha abierto y han aumentado los medios de expresión. La desaparición del DVD y la llegada de las nuevas tecnologías (¡internet!) a la industria fomentó el intercambio de opiniones y gustos de forma anónima: páginas porno, foros de discusión… incluso metería canales como 4chan o imgur.
Tras poder empezar a opinar bajo el anonimato, el espectador ha naturalizado el uso de la pornografía y ha empezado a hablar de ello abiertamente. Ya no es algo enfocado a un segmento pequeño de la población: en la sociedad occidental cualquier persona puede acceder fácilmente a una película X y opinar sobre ella.
Tomando esta idea como base, el porno y su industria han empezado a normalizarse, hasta el punto de convertirse en algo «guay». Las actrices y actores se convierten en celebrities, personas admiradas. Rodar porno es algo novedoso, interesante. Desde Omnia-X recibimos decenas de mensajes cada semana de fotógrafos y videografos interesados en participar en el proyecto: quieren darle un giro a su obra, innovar, hacer cosas nuevas.
Campañas publicitarias muy conocidas han usado a actrices porno entre sus modelos para promocionarse. Ahí tenemos el clarísimo ejemplo con American Apparel, que tiró de la imágen de Charlotte Stokely, Faye Reagan y Sasha Grey para dar eco a sus anuncios.
Las actrices se han vuelto multididactas, pasando de rodar películas X a ser conocidas como escritoras, diseñadoras, modelos o DJ´s. Incluso en algunos casos, comenzando a grabar cine convencional o pasándose a manejar las cámaras, o a dirigir escenas. Justo el otro día me enteré de que Anissa Kate dirige para Colmax, o sin irnos más lejos de la madre patria, aquí tenemos a David El Moreno, que dirige, escribe, produce, canta y actúa ¡Toma ya!
Resumiendo, creo que el concepto que se tiene de la pornografía, y sobre todo de los actores y actrices, está evolucionando. No solo ha dejado de considerarse un trabajo humillante, si no que está convirtiéndose en un símbolo de estátus, algo de lo que presumir ante tus amigos.
He llegado a recibir algunos mensajes en los que, sobre todo chicas, me preguntaban cómo podían convertirse en «Chica Omnia-X». Aparte de sentirme completamente orgullosa de que alguien quiera participar en nuestro proyecto con semejante intensidad, creo que ilustra claramente a qué me estoy refiriendo.
Lo decía porque si la situación económica sigue así, auguro un gran incremento de pornografía y prostitución. ¿El porno es una buena profesión para ganarse un prrvenir?
Quien se meta al porno para ganar mucho dinero, lo está haciendo mal. Esta profesión conlleva un gran problema: si comienzas a hacer cosas que no te gustan o que no harías sin dinero de por medio, acabas malogrando la sexualidad que tienes en tu vida privada . Tienes que estar en esta profesión porque realmente te guste mucho el sexo, seas exhibicionista y disfrutes con una cámara delante. Cualquier otro leitmotiv, por complejo que sea, a mi no me parece válido.
Muchas chicas se meten en la industria para poder pagar sus deudas, en una situación límite y sin prácticamente ninguna otra opción que les permita ganar tanto dinero en tan poco tiempo. Puede sonar apetitoso pero de esta forma lo único que haces es crearte traumas difícilmente solucionables. No puedes grabar un bukkake a veinte bandas si no te lo estás pasando bien, o no querrás volver a tener sexo con nadie en mucho tiempo. Es cuestión de lógica.
Hace poco vi, en el documental altamente recomendado «9 to 5 days in porn» a una ex actriz porno hablando sobre porqué las mujeres se meten en la industria. Según ella, había tres motivos: que sean adictas al sexo, adictas a la fama, o adictas al dinero. Me parece un buen resúmen de los tres principales fallos que tienen las primerizas en la industria.
Hay que tener la cabeza muy bien amueblada para poder sembrarte un futuro con esta profesión. Primero, para que el sexo que realizas en tu vida privada no se vea afectado, al fin y al cabo cuando te pasas 6 horas al día grabando sexo acrobático y llegas a casa, solo te apetece hacer el amor bonito con tu pareja.
Y segundo, para que la cantidad de dinero que ganas en tan poco tiempo no te haga creer que tienes un nivel económico alto. La mayoría de las chicas empiezan en esta industria muy jóvenes, y si eres trabajadora y tienes la imágen adecuada puedes empezar a ganar rápidamente y de forma muy sencilla alrededor de 2.000€ al mes. Es complicado mantener la cabeza en su sitio cuando tienes 18 años y te encuentras con semejante cantidad de dinero. Lo más fácil es empezar a despilfarrar y meterte en deudas.
Además, esta profesión puede alimentar tu ego de una forma a veces un tanto malsana. Cientos de personas diciéndote cada día lo guapa y maravillosa que eres, lo buena que estás y cómo les pones acaban creando una burbuja de idolatría alrededor de tu persona . Te suben a un pedestal del que, si quieres mantenerte cuerda, tienes que bajarte tu solita.
No hay mejor forma de llamar la atención que mostrarte teniendo sexo en internet. Es un sentimiento que crea adicción, y su volatilidad lo hace peligroso. De aquí a 30 años seré una mujer mayor, con arrugas y manchitas en la piel, probablemente más gorda, con canas en el pelo y las manos ajadas. Nadie querrá contratarme como actriz porno. Se que estoy poniéndome transcendental, pero a veces se nos olvida lo rápido que desaparecen las cosas.
Hay que ser consciente de los peligros que tiene vivir de tu imagen, porque perder la belleza significa perder la mano que te da de comer. Si yo mañana me rompo una pierna y tengo que estar escayolada durante tres meses, tengo un serio problema para poder pagar el alquiler. Esto es un hecho del que pocas personas son conscientes cuando deciden meterse en la industria…lo que rápido viene, rápido se va.
Tengo entendido que navegas mucho por internet en busca de porno. ¿Cuales son tus webs porno favoritas?
¡Buena pregunta! A la hora de masturbarme me bajo películas a través de torrent, o las veo a través de metabuscadores del estilo Xhamster o Xvideos. Y aunque suene extraño que lo diga a través de esta entrevista, Orgasmatrix es una mis páginas de cabecera cuando me entra el apretón onanístico, primero porque ponéis vídeos de buena calidad, y segundo porque soléis dar información muy interesante en las cabeceras de los vídeos, que me ayudan a ir metiéndome en el tema y, de paso, aprender un poquito más sobre la industria. De hecho hace unas semanas sacasteis una escena que se ha convertido claramente en una de mis favoritas. Pertenece a la saga «Kristina Rose is Slutwoman», si no recuerdo mal, y era un escenón entre ella y Manuel Ferrara en una especie de nave industrial. Absolutamente espectacular.
En cuanto a preferencias, hay algunos títulos que no han desaparecido de la carpeta «downloads» en mi ordenador, uno es «Malice in Lalaland» de Lex Xypher, con la preciosa Sasha Grey de protagonista. Otra es una escena en la que Belladonna, vestida de azul y con coletitas, acaba haciendo un fisting con el pie de su compañera. Las fotos de Bob Coulter para Crazybabe también están siempre presentes en mi colección personal, primero por lo artístico y después por lo morboso. Tiene unas con Mandy Morbid que me quitan el hipo.
Ultimamente las productoras que más destacan en mis búsquedas son Killergram, Babes.com, Sexart, New sensations y las siempre presentes Elegant Angel y Brazzers. Y para lésbicos, Girlfriend Films.
El material de Kink.com también me suele gustar bastante, en especial las series «The Upper Floor» y «Device Bondage», ¡No sabes las ganas que tengo de trabajar con ellos! La forma en la que aúnan el BDSM más extremo, las chicas más guapas de la industria, y unos escenarios impresionantes me hacen tener cada vez más ganas…¡Steve Holmes, Princess Donna, leed esto!
Y ya para terminar, daros las gracias, primero al equipazo de Orgasmatrix, y después, a todos aquellos que hayáis conseguido leer entera esta entrevista.
En un momento de publicidad y auto bombo, os doy la primicia de que a partir de hoy mismo podéis ver una de las escenas que rodé para Babes Network. Aquí teneis el link. Y acordáos que podéis seguir mis absurdas aventuras a través de mi facebook y mi twitter.
¡Un besazo!
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