Quién le iba a decir a Emily Willis que después de abrirse una cuenta en la red de contactos de Tinder cambiaría drásticamente su vida al contactar con un encargado de un sitio web pornográfico. Así fue como esta argentina de nacimiento se inició de manera casual en el porno, y lo cierto es que lo suyo parece ser, a la postre, puramente vocacional. No en vano, a base de rodar a un ritmo frenético y de prestarse a las prácticas sexuales más variadas, Emily es uno de los grandes valores del porno contemporáneo. Además, rompemos una lanza a favor de su físico; lejos de las estridencias anatómicas que provoca el bisturí, la Willis es tremendamente atractiva y luce un bella y armoniosa figura natural. Aunque quizás lo mejor de todo sea lo que transmite cada vez que la filman en acción: morbo, goce y lujuria al máximo. He aquí su primera penetración doble cortesía de Jules Jordan Video.
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